El pasado año iniciamos mi amigo Antonio Aguilar (Armería) y yo el Camino de Santiago desde Roncesvalles en bici. Fueron muchos di as de preparación del viaje, de entrenamiento, también hay que decir de dudas, pues por aquel entonces tuve algunos problemillas de salud, que más de una vez me hicieron dudar de poder realizarlo. Comenzamos el día 12.8, trasladándome desde Sevilla hasta Jaén para recoger a Antonio, y desde allí a Pamplona para continuar en taxi hacia Roncesvalles, que nos recibió con lluvia sobre las 19,30h, encontrándose el sepulcro del Rey Sancho cerrado y no pude echarle la foto que tanto me había sugerido mi amigo "Tijeras". Lluvia toda la noche, nervios por empezar y un poco de miedo por las inclemencias meteorológicas y las incidencias propias del Camino. En ese mismo día observe que los dos íbamos a hacer el Camino, pero cada uno con objetivos y razones diferentes, hecho que se mostró con mas evidencia en días posteriores.
Comenzamos el día 13.8 lluvioso y Antonio con muchos problemas con sus alforjas, que nos obligan a parar en varias ocasiones. Alcanzamos el Alto Erro por carretera, y una vez allí iniciamos la bajada por sendero, con tramos técnicos y alguna dificultad. Una vez en Pamplona, sellamos la credencial, visitamos la Catedral y comemos algo en la plaza. Encaramos la subida Alto el Perdón, duro, que conseguimos subir sin bajarnos de la bicicleta, a pesar de que en algunas ocasiones nos patinaba. Antes de llegar a Puente la Reina cogemos desvió hacia Eunate, con alguna queja por parte de Antonio, para visitar la Iglesia octogonal de tipo románico y cuyo origen es todo un enigma. Recomendación de mi amigo "El Tijeras". Después seguimos hacia Puente la Reina. Antonio se resiente de la rodilla. Visitamos la Iglesia del Crucifijo y en ella todos los peregrinos se lavaban los pies unos a otros, en señal de fraternidad y compromiso cristiano. (Antonio no se deja que le lave los pies). Le ofrecí antiinflamatorios para la rodilla pero no los quiso. Al día siguiente iniciamos "EL CAMINO" hacia Mañeru con una importante subida nada mas empezar, que rompe el sudor. Superado este primer escollo llegamos a CIRAUQUI, que en vasco significa "nido de víboras", cuyo pueblo me resulto muy bonito, quizás el que mas me ha gustado hasta ahora, y que merece la pena pasear tranquilo, entre sus calles, con sus casas, todas de piedra, y con fuerte olor a otros tiempos (romanos, medievales…). Que paz en ese momento a pesar de las prisas de Antonio. Cruzamos el puente romano, en malas condiciones y proseguimos el Camino. Entramos en ESTELLA y nos paramos en la Iglesia del Santo Sepulcro, la Iglesia San Pedro de la Rua y en los bajos del Palacio de los Reyes de Navarra. Salimos de Estella por sus calles y urbanizaciones, con alguna subidilla, para tomar camino que desemboca en la Fuente de las Bodegas Irache, donde repostamos un poco de vino.
Continuamos hacia los Arcos por caminos, alcanzando el pueblo que se encuentra en fiestas.
En este pueblo visitamos la hermosa Iglesia de Santa María, con diferentes etilos en su obra. Nos fotografiamos junto al Cristo que hay a la entrada de la Iglesia y a continuación pasamos a su claustro.
Continuamos hacia Sansol y Torres del Río, donde no podemos visitar la Iglesia de Santo Sepulcro, joya románica de forma octagonal, y su origen, como la de Eunate, también esta rodeado de misterio. Paramos en Viana, donde paramos a comer y a aplicar hielo en la rodilla de Antonio (mal presagio). Allí una mujer, que era medico, le aconsejo que se tomara Neubrofen 600 (ibuprofeno), que acepto de buen grado y que el día anterior me rechazo. Después de comer nos dirigimos hasta Logroño, que entramos por el Puente de Piedra sobre el Río Ebro, mandado construir por el Rey Alfonso VI y reparado por Santo Domingo Calzada y posteriormente por San Juan de Ortega, para defender el estratégico paso por el río. La siguiente jornada estuvo precedida por el abandono de Antonio en Santo Domingo de la Calzada debido al mal estado de su rodilla, y desde entonces el Camino ya fue diferente en toda su dimensión. Inicie mi particular peregrinación por los caminos, y siempre intentando encontrarme con Antonio en algún punto, si bien él siempre continuaba, a pesar de su rodilla ???. No se porque no me esperaba. Los kilómetros se sucedían y las jornadas también, muy duras por cierto algunas de ellas. La verdad es que me encontré muy solo y triste, tan solo con Dios y mi familia como apoyo constante en el devenir de los días. Encuentro con uno mismo en soledad y Antonio siempre continuando por delante mía, llegando a Santiago un día antes que yo, con la rodilla inflamada y según me indico posteriormente con la piel quemada por la reacción a la pomada. Llegue a Santiago con una gran emoción. Arranque a llorar. Recuerdo muy entrañable para toda mi familia y por mis amigos de Tomares. Reproduzco a continuación el vídeo a través del siguiente enlace: http://http//es.youtube.com/watch?v=ySFMg52anjM
Voy a Misa y al día siguiente vuelvo a Tomares en con una emoción todavía a flor de piel. No era este el Camino que me hubiera gustado hacer, pero me reencontré con la sensación de seguir amando, de querer ser mejor.
Continuamos hacia los Arcos por caminos, alcanzando el pueblo que se encuentra en fiestas.
En este pueblo visitamos la hermosa Iglesia de Santa María, con diferentes etilos en su obra. Nos fotografiamos junto al Cristo que hay a la entrada de la Iglesia y a continuación pasamos a su claustro.
Continuamos hacia Sansol y Torres del Río, donde no podemos visitar la Iglesia de Santo Sepulcro, joya románica de forma octagonal, y su origen, como la de Eunate, también esta rodeado de misterio. Paramos en Viana, donde paramos a comer y a aplicar hielo en la rodilla de Antonio (mal presagio). Allí una mujer, que era medico, le aconsejo que se tomara Neubrofen 600 (ibuprofeno), que acepto de buen grado y que el día anterior me rechazo. Después de comer nos dirigimos hasta Logroño, que entramos por el Puente de Piedra sobre el Río Ebro, mandado construir por el Rey Alfonso VI y reparado por Santo Domingo Calzada y posteriormente por San Juan de Ortega, para defender el estratégico paso por el río. La siguiente jornada estuvo precedida por el abandono de Antonio en Santo Domingo de la Calzada debido al mal estado de su rodilla, y desde entonces el Camino ya fue diferente en toda su dimensión. Inicie mi particular peregrinación por los caminos, y siempre intentando encontrarme con Antonio en algún punto, si bien él siempre continuaba, a pesar de su rodilla ???. No se porque no me esperaba. Los kilómetros se sucedían y las jornadas también, muy duras por cierto algunas de ellas. La verdad es que me encontré muy solo y triste, tan solo con Dios y mi familia como apoyo constante en el devenir de los días. Encuentro con uno mismo en soledad y Antonio siempre continuando por delante mía, llegando a Santiago un día antes que yo, con la rodilla inflamada y según me indico posteriormente con la piel quemada por la reacción a la pomada. Llegue a Santiago con una gran emoción. Arranque a llorar. Recuerdo muy entrañable para toda mi familia y por mis amigos de Tomares. Reproduzco a continuación el vídeo a través del siguiente enlace: http://http//es.youtube.com/watch?v=ySFMg52anjM
Voy a Misa y al día siguiente vuelvo a Tomares en con una emoción todavía a flor de piel. No era este el Camino que me hubiera gustado hacer, pero me reencontré con la sensación de seguir amando, de querer ser mejor.