Este año la subida al Mulhacen ha tenido sobre todo un motivo emocional.
He querido dedicarle esta ascensión a mi padre, tia y primo, madre e hijo respectivamente de mi primo Enrique, que tambien nos acompaño en esta dura travesía, junto a Emilio, mi sobrina Maria y Rui. A este personal motivo se unia el hecho de que Emilio es invidente, y para él suponia un reto importante poder cubrir la ascensión.
Antes de iniciar la ascensión les comente a todos mi intención de dedicarle la travesía a los seres más queridos, y para ello le entregue a mi primo dos escapularios, uno de su madre y otro de su hijo, y yo me quede con el de mi padre. Todos se encontraban bendecidos por el Parroco de Tomares.
Iniciamos la ascensión el viernes sobre las 19h, y ya en los primeros momentos notamos lo duro que iba a resultar la ascensión, sobre todo por mi primo que dió signos de fatiga, tanto emcional como física. Emocional por las circunstancias antes comentadas y fisica pues le estaba costando mucho esfuerzo mantener un ritmo constante.
Fueron tres horas de dura subida, y tras llegar a la Campiñuela montamos las tiendas de campaña y procedimos a preparar la cena, acompañada de un buen vino. A la cena se nos unieron unos zorrillos que dieron buena cuenta de una bolsa, que apenas tenia comida, pero que nos mantuvo alerta toda la noche. Despues de buena la cena nos acostamos, pues comenzo a hacer un poco de frío. Una vez acostados uno de los zorrillos comenzo a arañar nuestra tienda.
Nos despertamos temprano y observo que mi primo habia dormido a la intemperie. Recogemos todos los utensilios y continuamos la ascensión, aunque a mi primo le sigue costando mucho esfuerzo mantener nuestro ritmo. Cruzamos el Rio de Culo Perro, y desde ese momento la falta de fuerzas fisicas se van haciendo más latentes aunque con pundonor alcanza las Siete Lagunas, donde nos confiesa que posiblemente no intente alcanbzar el Mulhacen. Le comentamos que se tranquilice y que después de comer comprobara sus fuerzas. Una vez montadas las tiendas compruebo una nueva ruta de descenso, pues por el camino de ascensión, junto a las cascadas de las lagunas, nos parecia muy difícil y temerario. Lo encuentro y aunque tenemos que dar un pequeño rodeo es mucho más asequible para todos. Despues de comer mi primo insiste en que no va a subir, y le comentamos que haga un esfuerzo. Que piense en ellos y en el principal motivo de estar alli. Se lo piensa y decide subir con todos nosotros. En esta ocasión realiza las funciones de segunda guia en la barra direccional. Emilio ha sacado su "coraza" y se dispone a emprender el último tramo. Rui acusa el desgaste del día y mi sobrina María, para sorpresa de todos, sin dar muestras de cansancio.
Iniciados los primeros metros de ascensión decide no continuar como segundo guia para no entorpecer nuestra ascensión y con dudas sigue ascendiendo él sólo. Paso tras paso. Lento pero seguro. Nosotros delante sin perderlo de vista y esperándolo para reponer fuerzas y continuar. Tras un peñon nos dirigimos hacia la pista forestal, camino mucho menos técnico y más apropiado para todos, que nos conduciría por fin al pico del Mulhacen. Una vez en él rezamos una oración y depositamos en el Altar de la Virgen de las Nieves los tres escapularios, después de darles un beso. Allí estaremos, cada día que subamos, más cerca de ellos y de Dios. Allí descansan eternamente.
Emilio pletórico, y todos los demás con la nolstalgia de sentirnos un poco más cerca y a la vez muy lejos de nuestros seres más queridos.
El descenso hacia las 7 Lagunas realizado a un buen ritmo, incluso mi primo habia recobrado fuerzas. Una vez en 7 Lagunas nos ponemos ropa de abrigo, pues el frío comenzaba a arreciar. Cenamos y sobre las 20:30h nos acostamos. El día ha sido duro, emotivo, solidario, fraternal y al acostarse un ultimo recuerdo para mi padre. TE QUIERO.
Amanece y sobre las 8h ya estamos todos levantados. Que frio ¡¡¡¡¡ es la expresión unánime de todos. Desayunamos, recogemos las tiendas y comenzamos el descenso. Mi primo comienza a dar signos de desgaste fisico. La bajada se hace larga y dura. Emilio pletórico de fuerzas. De donde carajos sacará esa fuerza ¿?? Vaya ejemplo para todos.
Mi sobrina Maria sin quejarse en todo momento y fisicamente muy bien. Rui todo un portento fisico, que fue alternando junto a mi sobrina las funciones de segundo guia, tampoco se le escucho quejarse. Poco a poco ibamos acercandonos al pueblo y tras llegar a él un fuerte abrazo entre todos nosotros, con la certeza de que hoy estamos más unidos que ayer y que esta unión perdurará por los tiempos. Siempre quedara en nuestras retinas las lágrimas al llegar a la cima. Las lágrimas de sentirnos sólos, pero con la certeza de que junto a Dios están guiando nuestros pasos.