Nos levantamos sobre las 7h. Buen día. Iniciamos el camino por la ciudad, que atravesamos sin problemas. Continuamos por el Camino original en bici, salvando diversos repechones, hasta llegar a la Iglesia de Llampaxuga y posteriormente la Iglesias de Lloriana. Iniciamos descenso que nos adentra en el pueblo de Gallegos y que tras cruzar el puente romano comenzamos una subida por carretera que dejamos por un camino que sale a nuestra derecha y que nos adentra en un precioso bosque hasta alcanzar el Alto Escamplero, tras una dura pero corta rampa, donde se suda por primera vez. Una vez repuestos continuamos hasta Premoño, donde nos paramos en la Iglesia de Santa Ana y a reponer fuerzas, donde nos encontramos con una pareja que conocimos el día anterior. Seguimos hasta Grado por preciosos caminos, donde Paco no puede más y saca su cámara fotográfica, aunque en los posteriores días la dejo reservada para los paseos de la ciudad, pues llevarla colgada le suponía un fuerte dolor en el cuello.
Alcanzamos Grado y afrontamos el Alto de Cabruñana, donde nos desviamos hacia el Santuario Nuestra Señora del Fresno, y desde aquí continuamos en bajada hasta Doriga y posteriormente hasta Cornellana, donde visitamos el Monasterio, declarado monumento nacional, donde nos sellan. Desde aquí, y para evitar un tramo donde hay que empujar la bici, recorremos 3 Km. por carretera hasta el cruce de Llamas, donde de nuevo cogemos el camino hasta Salas.
Nueva parada esta vez para comer en Restaurante el Molin, a razón de 8 euros el menú. Un buen menú, al menos para nosotros.
Desde aquí iniciamos la subida de la Espina por camino que desemboca en la carretera tres kilómetros antes de coronar. Carretera que no abandonamos ya hasta llegar a Tineo, pasando por Porciles, Bodenaya (aquí hay un albergue) y la Espina, evitando los caminos que se encuentran muy embarrados.
Llegamos a Tineo sobre las 18,30h. Descansamos y nos vamos a dar un paseo. Cena pronto y después de rezar nos acostamos