4ª Etapa: Aldea Cano - Villafranca
Iniciamos la marcha a las 6,15h y desde primera hora el ambiente esta muy tenso. Primeras sensaciones realmente negativas y de division en el grupo. Llegamos a Cáceceres sin contratiempos por carretera y a la altura de Plaza de Toros cogemos desvio hacia Casar de Caceres, todo también por carretera. Intentamos hablare para normalizar la situacion, pero el intento es fallido. Sentimientos de culpabilidad entre todos, sin saber como poner remedio. En el pueblo paramos a desayunar y sellamos credencial. De nuevo diferencias con el fondo si bien supimos mantener la calma tomar una decisión más adelante. Salida sobre la antigua Calzada Romana, con muchos miliarios a lo largo del Camino. El ambiente del grupo va mejorando notablemente. En el camino de la Calzada recibo una llamada del "Cuellar", amigo de Nerva (Huelva), para comunicarme la triste noticia del fallecimiento del padre de Andres Angel, tambien amigo e integrante del equipo de baloncesto que manteniamos en Nerva y cuyo padre era uno de los asiduos a los partidos que celebrabamos. Descanse en Paz.
La Calzada nos deja en la carretera que descendemos buscando el Rio Almonte y el Rio Tajo. Peligrosa la carretera en este tramo, pues apenas existe arcen, continuando con mucha precaucion hacia Cañaveral, donde paramos a desayunar. En el bar mal recibimiento por la dueña aunque despues supo mostrar su mejor cara. Encaramos el Puerto de los Castaños, recordandonos el Tijeras que en el Monasterio que existe en las cercanias estuvo durante cierto tiempo recluido como novicio de monje. Coronado el Puerto, detrás de una sala de fiestas, vigilada por unos amenazantes perros, cogemos la senda que abandonamos más tarde que nos obliga a pasar las bicis por una alambrada, trabajando en equipo ( dos a un lado y dos a otro), produciendonos una sensación agradable al sentirnos los cuatro vinculados y necesarios los unos con los otros. Equivocacion al llegar a Grimaldo y en vez de tomar el que nos conducia a Riolobos seguimos por carretera que nos conducia irremediablemente a Plasencia. Llegados 2 Km. antes de Plasencia preguntamos y decidimos llegar a Galisteo, 16 Km despues de una subida. El equipo se encuentra cansado pero unido en ese momento. Paramos en San Gil a comer, y por la tarde llegamos a Galisteo, pueblo amurallado. Encontramos albergue, no muy bien cuidado, que nos cobraba 6 euros por persona, por lo que el Tije y yo vamos a buscar el albergue municipal, que aunque se encuentra un poco escondido presenta un buen aspecto, por lo que decidimos pasar la noche en el mismo, cerca de un merendero, junto al Rio Jerte, que por la noche nos sirvio de lugar de encuentro para la cena, donde compartimos una estupenda tertulia, y por primera vez abrimos nuestros sentimientos. A la hija del Bombe le repitio un ataque pero habia sido leve y se encontraba estabilizada.
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