Etapa 6ª Camino Sureste 2012 - Pedaladas contra el Cancer
Etapa 6ª : Toledo - Cadalso de los Vidrios: 92 Km.
Despues de la comida le sugiero la posibilidad de descansar un poco, pero decide seguir. Craso error. Ahora cuando el camino continua a la derecha de la carretera, me comenta Paco de continuar por la carretera y le indico que no me fio de la carretera y el me dice que si, pero viendo como se encontraba continuamos por carretera. Le notaba cada vez más flojo y en estas llegamos a Almoroz, donde me dice que se queda allí y le digo que todo lo que no hagamos por la mañana se hace muy dificil por la tarde, máxime con el almuerzo que se ha metido. Momentos dificiles. Descansamos un momento y decide seguir, sugiriendole descansar un poco más, pero no fue posible. De todos modos fue inutil el intento, apenas dos kilómetros más adelante, en una gasolinera se para de nuevo y me dice que continue yo sólo que él ya llegara. Le digo que eso no va a pasar, y él insiste, pero de nuevo se encuentra con mi negativa. Fueron momentos muy difíciles. Mientras tanto se bebiío dos litros de agua casi de un tirón. Pasaba el tiempo y me dije a mi mismo que a las 17,30h. saldriamos, pues estabamos muy lejos y tenia el temor de que se nos hiciera de noche en plena carretera nacional. No tuve que forzar la situación y 5 minutos antes de la hora fijada como límite me dijo que continuaramos, y así fue. Lentas pedaladas pero al menos continuas. Llegamos al cruce y girando a nuestra derecha seguimos por carretera hacia Cadalso, en una larga subida, donde el calor persistía. Llegamos a Cadalso y a la entrada del pueblo, mientras esperábamos a la Policía Local para que nos acompañara al albergue, pude ver el rostro de cansancio de Paco. Apenas sin fuerzas estaba sentado en las escaleras de un bar cerrado y en reformas. Compramos unos refrescos y me sentí mal por el estado de mi amigo. Cuando llegó la policía nos acompañó al albergue, junto al poli, pero muy lejos del pueblo y tras subir nueva rampa. Una vez allí nos duchamos en el poli nos trasladan al albergue. Decepción. Caseta de obra en medio de un pinar, y con un calor sofocante. Pero a pesar de ello y felices por haber alcanzado nuestro destino bajamos al pueblo. Yo me quedo escuhando Misa y Paco baja a un bar, donde después nos encontrariamos para cenar, hablar y relajar ánimos. La decisión quizás no fue la correcta pero una vez asumida por los dos no podía ni debía dejarlo sólo.
Tras la cena nos dirigimos a la caseta y poder descansar. Imposible. Calor sofocante, hasta el punto de tener que sacar el colchón fuera de la caseta y dormir toda la noche debajo de un pino.
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