Calendario Deportivo

domingo, 17 de agosto de 2014

Camino Santiago 2014 Etapa 3- Con mi familia


ETAPA 3 – PEDROUZO -  SANTIAGO

La última etapa y quizás la más dura. Hizo calor y aunque comenzamos fuertes y los kilómetros se sucedían sin apenas dificultad. Sara y Celeste estaban muy fuertes, mi mujer, Maribel, andaba ese día un poco más justa y se fue retrasando un poco, pero la esperaba. Mi nieto iba como siempre, riéndose, feliz, viéndolo todo. Por cada pueblo que pasábamos era el centro de atención. Nunca habían visto un peregrino tan pequeño y tan guapo. Fotos por doquier y el respondiendo con esa amplia sonrisa y esos ojos tan profundos. Todo era nuevo para él y en cada paso se reía, miraba para todos lados y escudriñaba con sus ojos todo lo que se movía a su alrededor.  Había mucho asfalto en esta jornada pero supimos encararlo con energía. Antes de llegar a Lavacolla Sara se detuvo en una alambrada y confeccionó una cruz con sus propias manos y pidió un deseo íntimo y profundo. Yo recé para que se cumpliera y que fuesen muy felices los tres.  Llegamos al Monte de Gouzo, donde decidimos parar a comer y darle de comer a Roberto.

 Nos relajamos en exceso por la cercanía de Santiago, pero descansar más de lo debido fue un error y el inicio fue arduo y lento. Sara fue la que peor lo pasó y estaba realmente nerviosa. No veía el final del Camino, y cada paso se convirtió en una pesada carga. Ya quedaba poco, pero aun continuaba muy cansada. Llegamos por fin a la Catedral y las emociones se desbordaron, nos abrazamos y lloramos todos. El peque tenía una cara feliz y nosotros también. Ese día era 25 de Julio, Día de Santiago y fiesta autonómica de Galicia, por lo que la plaza había muchos peregrinos y viandantes. La TVG estaba haciendo un programa y al vernos nos entrevisto. Fueron unos momentos inolvidables. Inmediatamente nos acercamos a intentar que le dieran la Compostela a Sara y a su hijo Roberto, y aunque no han hecho los 100 km de rigor se lo dan por las emotivas circunstancias que concurren.

Sara llamó a Roberto, y este le dice que se va a ir con unos amigos por ahí, y ella se mosquea un poco.

Nada más lejos de la realidad, le tenía preparado una sorpresa y era presentarse en Santiago para estar junto a ellos, Sara y el hijo de ambos, Roberto.
Nos fuimos a descansar al piso que teníamos reservado, mientras que yo iba a por el coche a Pedrouzo. Despues de que se levantaron nos fuimos a dar un paseo, y nos sentamos a cenar llegada la hora.

Ya quedaba poco para que llegara Roberto, y yo me fui a esperarlo con su hijo, mi nieto. Lo encontré y tras abrazar calurosamente a su hijo, fuimos al encuentro de toda mi familia. Sara cuando me vio sin su hijo me pregunto que donde estaba y le dije que lo tenía un hombre y cuando miro para atrás dio un enorme salto de la silla, se abrazo a los dos y comenzó a llorar, de felicidad. Nosotros con ellos. Momento inolvidable.

Al día siguiente nos levantamos, fuimos a escuchar Misa, y después de comer fuimos preparando las cosas para iniciar el viaje de vuelta, con parada en Melide para volver a probar el pulpo de la pulpería Ezequiel y despedirnos de la dueña que tan bien se portó con nosotros.

Llevo en mi corazón todos y cada uno de los momentos de este maravilloso Camino, que volvería a repetir todos los años. Un Camino infinito, todos juntos, cogidos de la manos, un día tras otro, sin separarnos nunca.


Ha servido para unirnos eternamente y en la búsqueda de su felicidad este Camino nos ha servido de mucho. Pronto repetiremos de nuevo.







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