Nos levantamos. Me aseo. Me tomo una manzanilla a falta de algo más y una peregrina me ofrece una galleta que acepto, dándole las gracias.
Me despido de todos y con la mochila otra vez a hombros me dirijo de nuevo a consigna para dejarla mientras que escucho Misa a las 12h y ultímo las compras.
Compro también algo de fruta y cuando ha finalizado la Misa recojo mi mochila para dirigirme a la estación de autobuses. El dolor ha remitido algo, pero persiste, y caigo en la cuenta de que la mochila quizás este año lleva más peso de lo necesario, obligado por las circunstancias.
Comiendo voy analizando uno a uno todos los momentos vividos. Realmente ha sido un viaje al interior de uno mismo. Me he unido a personas que tenía un poco olvidadas y he estrechado aún más los lazos de amistad y unión con mis amigos y sobre todo ha servido para reafirmarme en el amor a mi familia. El daño que le he podido ocasionar y el modo de pedirle perdón. Ha sido un Camino único, pero ahora comienza el verdadero Camino, y consiste en transmitir todo el amor posible a los demás.
Cuando alguién nos dice que difícil es creer en Dios no se da cuenta que la vanidad de los hombres, sus aires de grandeza, de poder, son los que nos están llevando a la pobreza de espíritu y escasos valores. A las guerras. Al hambre. A la pobreza. Jesucristo es nuestro referente, El nos enseñó el Camino a seguir y esa es la única verdad: el amor es el único camino hacia la felicidad.
No podemos culparle de los males que nos azotan hoy en día. No podemos evadir nuestro compromiso con el prójimo.
Cuando acabo de almorzar son las 14h y me dirijo a la sala de espera, dónde me encuentro con Bernard, aquel francés con el que conversé en Melide. Casualidades de la vida. Nos deseamos feliz vida y nos despedimos.
Llamo a Rocío para preguntarle sobre su examen de teórica del permiso de conducir ¡¡ He aprobado ¡! Qué alegría y tras decirle que la quiero me voy hacia los arcenes a esperar la hora de salida, cuando en ese momento llamo a mi hija Sara y le digo que no solo he acabado sino que ya estoy montado en el autobús, pero que no se lo diga a mamá. Te quiero hija.
Ya ha llegado la hora y desde el autobús llamo a mi mujer y le digo que ya he acabado. Qué bien me contesta, respondiéndole que no sólo he acabado sino que si podría acercarse hoy a Cáceres a recogerme. Pero cómo es eso-responde. Es que he acabado dos días antes de lo previsto pues tenía muchas ganas de veros. Pero porqué no me has avisado. Bueno luego te lo explico. Hasta luego.
Viaje largo y cansado. Varias veces cambian de chófer. Paramos en Pontevedra, Vigo, Zamora y por donde paso recuerdo los momentos del Camino Via de la Plata 2007 ( Padornelo, Puerto la Canda, Lubián, Mombuey, Roales de Pan ), junto a Esteban, Bombero y Tijeras.
Ya va quedando muy poco y aunque con un poco de retraso por fin llegamos a Cáceres donde me están esperando mi hija Celeste, a la que me abrazo fuertemente, mi mujer, a la que estrecho entre mis brazos y mis cuñados a los que beso con mucho cariño. Cuando llegamos a casa están todos acostados. Ya habrá tiempo mañana de poderlos saludar.
Pronto volveremos todos a casa y podré estar con mis otras hijas, Sara y Rocío, y poder estrecharlas también entre mis brazos y continuar para ver a mis padres y disfrutar de su cariño durante unos días.