La noche la he pasado tranquila. Tengo los pies bastante doloridos y con unas ampollas en la planta de ambos pies con motivo de la prueba del GTP 2010. Me los cuido y me preparo para iniciar la primera jornada. Ya han salido algunos peregrinos. Día lluvioso, con niebla y tras rezar me llevo la mochila a la espalda y comienzo la etapa. La salida de Oviedo, aunque se hace un poco larga y tediosa, me ha resultado más corta y amena que en años anteriores. Días antes de partir un amigo me preguntó que encontraba en el Camino y le contesté que me gustaría encontrarme. Realmente no hay que pedir grandes cosas al Camino, solo es suficiente esperar el instante en el que te encuentres en paz con Dios, con todos, con todo lo que te rodea. Ese es el verdadero momento que debes perseguir. Unos lo encuentran en el Camino, algunos en otras peregrinaciones ó haciendo alguna actividad. Cuando encuentres ese momento deja fluir todo lo bueno que hay en ti y todo tiene un nuevo sentido, a pesar de que la nostalgia te invada.
El Camino transcurre sin problemas y la lluvia y niebla van desapareciendo, dando paso a un día soleado. Me cruzo con algunos peregrinos y continúo, alcanzando el Ato Escamplero y las ampollas me dan un aviso para que camine un poco más despacio. Desayuno e inicio el Camino pasando por las aldeas de Valsera y antes de alcanzar Premoño la pareja polaca tiene problemas en los pies, parándome para dejarle la crema que tenía. En esta aldea descanso un poco en la Ermita de Santa Ana. En cuanto salimos de Premoño el Camino continúa por un sendero de tierra a mano derecha , entrando en un bosque muy bonito y confortable. Todo muy bien señalizado. En una división de caminos la dirección nos obliga a seguir en línea recta, pero un poco más abajo existe una señalización bajo la denominación “Vía Jacobea”. En esta ocasión opto por esta posibilidad. Ambos caminos confluyen en una casa de campo, ya en dirección a Paladín, pero para mis preferencias prefiero esta opción, pues el primero desemboca muy pronto en la carretera y nos obliga a andar unos cuantos kilómetros por la misma en una larga recta, mientras que el segundo la bordea por un precioso camino, que transcurre entre el valle, sin duda mucho más bonito y cómodo para el transeúnte
Una vez en la carretera prosigo hacia Paladín y posteriormente hacia Peñaflor, encarando los dos últimos kilómetros hacia Grado donde realizo una parada para comer. Me aconsejan Pimienta y Clavo, 500 metros alejado del camino. Pido también un bocadillo para la cena en San Juan Villapañada, pequeña aldea donde no existe ningún tipo de servicio y que alcanzo después de una fuerte subida. El albergue se encuentra gestionado por Domingo mediante donativo, ofreciéndote la comida y servicio de lavadora gratis. Cocina y utensilios en buen estado. Me ducho y cuido los pies. Me entristezco pues echo de menos a toda mi familia y que alegría me haría compartir estos momentos junto a ellas y poderles decir en estos momentos tan emotivos cuanto las quiero.
Siguen llegando peregrinos y aunque el hospitalero intenta que prosigan hasta Cabruñana, 2 Km. más adelante, donde existe un nuevo albergue, las condiciones de los mismo desaconsejan tal opción y se preparan para dormir en el suelo.
Sobre las 21h. saco mi bocadillo. Oración y a descansar.
Siguen llegando peregrinos y aunque el hospitalero intenta que prosigan hasta Cabruñana, 2 Km. más adelante, donde existe un nuevo albergue, las condiciones de los mismo desaconsejan tal opción y se preparan para dormir en el suelo.
Sobre las 21h. saco mi bocadillo. Oración y a descansar.
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