Calendario Deportivo

lunes, 9 de agosto de 2010

5ª Jornada Camino Primitivo de Santiago 2010: Berducedo-Fonsagrada

Jornada 5: Berducedo – Fonsagrada ( Castro): 48 Km


Hoy no tocaba ayuno, pero como si lo fuese. Alguien se preguntará el motivo de tanto esfuerzo y sólo le puedo decir que con ello me siento más cercano de los más necesitados, para comprender sus problemas e intentar ayudarles. Nosotros hacemos esto por promesa, deporte, turismo, etc.. pero otros se ven obligados a sufrir cada día muchas desgracias y mientras nosotros nos quejamos de las ampollas ellos no tienen ni derecho a la queja. Hoy he tenido un sentimiento muy cercano: no me he sentido sólo sino “sin nadie” y eso me ha entristecido aún más. El Camino ya me ha desvelado lo que buscaba: 1) El amor a mi familia me debe servir para pedirles perdón por aquellas decisiones que les ha hecho daño 2) La humildad como referente en nuestra vida y 3) Ayuda y entrega a los demás, sobre todo a los más necesitados, aunque todavía sigo encontrando el modo de reafirmar el compromiso.


Amanece con niebla (de nuevo) y tras la oración y el desayuno, con el resto de peregrinos, comienzo la etapa mientras que las ideas se van sucediendo muy rápidas, por unos caminos abruptos que alternan vegetación con muchas piedras, transitables en BTT. Alcanzo La Mesa y entre niebla comienzo la dura subida por asfalto hasta Buspol, donde el camino sale hacia la derecha para encontrarnos rápidamente con la Capilla de Buspol, con una campana que data de 1.327. Pista trialera que desemboca en una más ancha y transitable para las bicicletas.



Comienzo a recibir los mensajes de las llamadas perdidas durante dos días por la falta de cobertura y respondo con alegría a todos ellos (mi mujer, hijas, padres, amigos) renovando las fuerzas para continuar. Continuo la bajada y me paro a desayunar en medio de la pista (galletas, leche y fruta). En el valle hay aún mucha niebla que me impide ver la presa de Grandas de Salime. Acabada la primera bajada la pista se vuelve muy cómoda rodeada de pinos y sin grandes desniveles pero en un brusco giro a la derecha la pista se convierte en un estrecho sendero en un hermoso bosque de hayas, desembocando en la carretera que durante 6/7 Km nos conducirá a Grandas de Salime. No obstante un 1,5 Km antes de llegar al pueblo el Camino nos desvía a la izquierda para los peatones, mientras que las bicicletas deben proseguir necesariamente por carretera. Llego a Grandas de Salime y prosigo hacia Castro, que llego sobre las 14h pero me encuentro el albergue en obras y sin ningún sitio para repostar. Tras la llamada a mi mujer y hablar también con Celeste, decido continuar hasta Fonsagrada, dura decisión pues atravieso el puerto El Acebo completamente sólo, sin apenas servicios y con algo de fruta en la mochila. He seguido el Camino que nos lleva por carretera hasta Peñafuente, y desde aquí de nuevo por pista en una dura rampa hasta alcanzar la cima para continuar ascendiendo, tras cruzar la carretera. La subida se hace dura. Cruzo El Acebo sólo, con calor, sin apenas comida, pero paso a paso voy dejando atrás mis peores temores. En la cima hablo con mi hija Sara y eso me da mucha fuerza para seguir. Nos confesamos la extrañeza de no estar juntos, pero nos queda el consuelo de que ya queda poco para reencontrarnos, aunque ella sin saberlo se encontraba en ese momento muy cerca de mí. Ya se ve a lo lejos Fonsagrada. Descendiendo paso por Cabreira, Fonfría, Silvela, última aldea antes de llegar a mi destino. Ya queda poco, pero estoy cansado. Por fin llego, pero malas noticias. Albergue completo a razón de 5 euros pero protección civil me ofrece alojamiento a razón de 10 euros, indicándole que no puedo y que trataría de buscar algún sitio para dormir, pero ellos me insisten que de no iban a permitir que durmiera en el suelo dentro del albergue, y que de ser así se verían obligados a desalojarme pero aún así rehuso de nuevo su ofrecimiento indicándole que buscaría otra opción a lo que me responden que no diga después que no estoy avisado. Pongo rumbo al pueblo. Descanso a refugio de la Iglesia y en la oficina del peregrino me sellan y me informan de que existen pensiones en el pueblo, pero me resultan muy caras (a razón de 30 euros), así como de la etapa siguiente. Llamo a Rocío para hablar con ella. Las quiero.



Sin prisas me cuido los pies , cambio de calzado, compro fruta, galletas para mañana. A las 20h. voy a Misa y después de la celebración nos dan la bendición al peregrino. Pregunto al Párroco si existe espacio habilitado para peregrinos y me indica que antes si lo había pero que hoy en día se encuentra habilitado para las monjas. Voy a cenar en Casa Caldeira pulpo con una cerveza y algo de vino. Después de finalizar me dirijo de nuevo a la Iglesia y me dispongo a buscar refugio para la noche. Me pongo chubasquero, preparo el frontal, me aseo y cuando voy a comenzar a andar escucho la voz de dos peregrinos, aquellos que llegaron al albergue de Borres y al estar ocupado se fueron al privado, y me preguntan si tenía algún problema y tras explicarle que no tenía sitio para dormir me dicen que les siga al Polideportivo pues está habilitado por el Ayuntamiento para dar refugio a los peregrinos. Dios me ha ayudado de nuevo. Hablamos de lo sucedido y me dicen que a ellos le ha ocurrido lo mismo, pero que le habían informado en Silvela de la opción del polideportivo. Extiendo la alfombrilla y sin ducharme rezo y me pongo a descansar. Mañana la jornada se presenta dura. Fonsagrada-Lugo, la misma que desean hacer los peregrinos (uno de Orense y otro de origen rumano). Ya estoy convencido que quiero acabar cuanto antes para reunirme con mis seres queridos. Gracias Dios mio.

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